sábado, 23 de julio de 2016

México y Estados Unidos: 200 años de una difícil relación

Ser vecino de la mayor potencia económica, geopolítica, militar y cultural que haya conocido el mundo desde el imperio romano, ha sido para México un elemento fundamental para explicar su devenir histórico, su geografía, su nivel de desarrollo y su posición en el entorno internacional. Los vínculos con Estados Unidos desde principios de los 1800 y hasta nuestros días, han sido extremadamente complejos, y han oscilado lo mismo por las páginas más oscuras de nuestra historia, que por la más vigorosa asociación política, comercial y de cooperación mutua; benéfica para ambos países. Por elementales razones de ubicación geográfica, sumada a la de ellos como potencia hegemónica, la relación con Estados Unidos es la más importante e intensa para México. 

La Frontera California-Baja California.
Estados Unidos a la izquierda y México a la derecha

200 años de historia conjunta nos unen, Si hiciéramos un ejercicio para medir el grado de cercanía o lejanía histórica entre ambos países a partir de los personajes en el poder, diré que la mejores relaciones personales y que repercutieron para el país, fueron las de Felipe Calderón con Barack Obama (ambos contemporáneos, además), la de Carlos Salinas con George H. W. Bush, y la de Vicente Fox con George W. Bush (por supuesto hasta antes del 9/11 y en particular, del incidente de la intervención quirúrgica de Fox justo en la votación en la ONU para invadir Irak). Por su parte, la más difícil fue la de Miguel de la Madrid con Ronald Reagan. Como podemos ver, en todos los casos, se trata de los últimos treinta y cinco años, la etapa que coincide con el periodo de mayor apertura económica y comercial entre ambos países, pero también el de mayores dificultades en materia migratoria, de seguridad y combate al crimen organizado. El caso de Miguel Alemán se cuece aparte. Tuvo una extraordinaria relación con Harry S. Truman, pero debe inscribirse en la etapa inaugural de la posguerra, de la que México salió muy favorecido. Y en cuanto a Bill Clinton con Ernesto Zedillo, es verdad que aquél fue un factor determinante para que México no se hundiera aún más en la crisis económica de 1994-95, con el crédito de $50 mmdd que gestionó para nuestro país, además de que el éxito económico de su presidencia facilitó la recuperación de México en sólo dos años, pero la relación personal entre ambos mandatarios distó mucho de ser igual de buena que las que menciono arriba. Algo más atribuido a la personalidad adusta de Zedillo, que a la sencillez de Clinton.

Rancho San Cristóbal, en Guanajuato, México (2001).
La mejor época entre Vicente Fox y George W. Bush.

En cuanto a los episodios entre países, sin duda el más difícil para México fue la guerra con Estados Unidos entre 1846 y 1848, originada a partir de que ese país decidió alentar en 1836 la "independencia" de Texas (una provincia del territorio mexicano), sólo para terminar anexándosela como una estrella más de su bandera en 1845. La guerra expansionista, propiciada por el presidente estadounidense James K. Polk terminó costándole a México una invasión, y la celebración bajo coacción y con el ejército de ocupación en la Ciudad de México, del Tratado Guadalupe-Hidalgo, por el que México "cedía" más de la mitad de su territorio más de dos millones de kilómetros cuadrados, que incluía los actuales estados de California, Arizona, Nuevo México, parte de Nevada y Utah, además del ya referido caso detonador de Texas. 

Bandera de EE.UU colocada por el ejército invasor en el
Palacio Nacional, justo el día de la fiesta nacional (1847).

Territorio de México antes de la Guerra con Estados Unidos
de 1846-1848. México perdió más de la mitad del mismo.

Existen otros capítulos álgidos entre nuestros países, como la participación del embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, en el cuartelazo por el que se derrocó y luego asesinó al presidente Francisco I. Madero en 1913, o el desembarco de marines en Veracruz en 1914, más las operaciones encubiertas de la CIA o de la DEA en los últimos cincuenta años, pero el del siglo XIX es el episodio más importante para la psicología colectiva de México, sobre todo por la forma abusiva con la que un país poderoso despojó de su territorio a un país vecino valiéndose de su debilidad y división interna.

Hoy en día nuestra relación bilateral sigue siendo complicada, pero dentro de lo bueno, que es mucho, compartimos con Estados Unidos un nivel de asociación y de relaciones inigualables en el mundo, destacando las siguientes, conforme a cifras del gobierno de México a 2015, que se pueden ver en la liga acortada http://bit.ly/2ahdnru:
  • Compartimos una frontera de 3.000 kilómetros de largo, que es la más vigorosa en términos comerciales y de tránsito de seres humanos en todo el mundo.
  • 34.6 millones de mexicanos vivían a finales del año pasado en Estados Unidos. Por su parte, más de 1 millón de estadounidenses viven aquí, siendo México el segundo país con más habitantes originarios de ese país, después de su país natal. Ningún otro país tienen a tantos connacionales viviendo en un solo país, como nosotros allá.
  • Diariamente, más de 1 millón de personas y 437,000 vehículos de todo tipo, cruzan nuestras fronteras.
  • El comercio entre México y EE.UU superó en 2015 los $532 mmdd, superando al que Alemania, Japón y Corea juntos, tuvieron con Estados Unidos en el mismo período ($483 mmdd).
  • En 2015, México compró 1.2 veces el valor de las exportaciones estadounidenses a Francia, Alemania, Japón y Reino Unido en conjunto ($198 mmdd).
  • Estados Unidos es para México, su primer socio comercial. Concentra el 80% de nuestras exportaciones y el 64% de todo su comercio total.
  • Por su parte, México es para Estados Unidos su tercer socio comercial. Nos venden el 14% de lo que comercializan, sólo por debajo de China (16%) y Canadá (15.4%). En poco tiempo seremos el segundo, desplazando a Canadá.
  • Pero por lo que se refiere a las exportaciones, Estados Unidos exporta más mercancías a México que a ningún otro país. Son incluso mayores que las que se hacen a China y Japón, juntas.
  • 6 millones de trabajos formales en Estados Unidos, dependen del comercio con México.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN
o NAFTA ), es la zona de libre comercio más grande e importante del mundo. 

Son tan estrechas nuestras relaciones humanas y económicas, que resultaría desastroso para ambos países, y no sólo para México, la llegada a la presidencia de Estados Unidos de un político demagogo, proteccionista y nativista como Donald Trump (por no hablar de su visión racista y antimexicana). Lejos de llevar a Estados Unidos y a México a una etapa de mayor integración y entendimiento, que genere bienestar para ambos pueblos, se propone separarnos aún más, y encerrar a su país en un nacionalismo xenofóbico, con tufo de preguerra de los años treinta (ahí están sus absurdas propuestas demagogas de "levantar un muro" en nuestra frontera común, y la de cancelar o revisar el TLC, lo que afectaría enormemente a Estados Unidos, no sólo a México). Con Trump no debemos entendernos, debemos combatirlo, con valentía y firmeza. No vaya a ser que regresen los peores fantasmas de la historia de nuestra relación bilateral. Sólo por esa razón, y por el bien de México y de millones de seres humanos aquí y allá, debemos evitar que alguien con la ambición y los caprichos de James K. Polk llegue al poder en Estados Unidos en 2016. Alguien que no sólo comparte con aquél la mentalidad, sino hasta el físico. Las coincidencias y las segundas partes nunca fueron buenas, Estemos alertas.-


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